ASDFGHJKL, Fue la primera línea que aprendí a escribir en un
teclado, en aquel entonces fue solo la simple imitación de una instrucción básica,
claro, no fue en una maquina electrónica y mucho menos eléctrica, fue en un
teclado de una máquina de escribir marca Olivetti, completamente mecánica, en
un salón de clases en un liceo público cuando solo tenía 6 años; oficialmente
puedo decir que esa fue la primera lección de aprender a escribir en lo que
años en el futuro se convertiría mi carrera profesional; esa primera lección
que ocurrió sin darme cuenta, en un liceo en el cual nunca estudie pero donde corrí
por los pasillos cual prófugo de clases siempre vigilado por un portero
desconocido, cuya única misión era no dejarme salir al estacionamiento ni
molestar en los salones de clases, un lugar donde solía ir de niño cuando
supongo que mi mama no tenía con quien dejarme, mientras ella trabajaba,
mientras ella daba clases de mecanografía y enseñaba a escribir en máquina,
donde yo di mis primeros pasos con un teclado mucho menos sofisticado que me permitió
entender el concepto de mecanografiar palabras.
Repite en una hoja hasta llenarla ASDFGHJKL, escribe cada
letra con un dedo distinto, me decía, y después aprenderás a escribir párrafos
completos... así entre muchas otras cosas mi madre sin saber me enseñó la lección
inicial de mi vida con un computador...
me sentaba a su lado mientras veía como sus dedos tejían palabras en el
papel a un ritmo bastante acelerado, y con el sonido característico de aquel
aparato con un timbre al final de línea que te indicaba debías subir la hoja,
con una precisión académica que solo años de experiencia podrían lograr;
Recuerdo aquellos trabajos mecanografiados que entregábamos en formato de márgenes
4x4x3x3 y aquellos typex para corregir los errores ortográficos, o aquellas
palabras en rojo que te permitía hacer el carrete de tinta y como el mismo se debía
rebobinar para continuar la escritura, todo un procedimiento complejo, pero no más
difícil que pelear con una impresora láser de estos días, pero en aquel
entonces escribir a máquina era complicado, además del hecho de que cualquiera
se ganaba una lesión lumbar al tratar de cargar aquel complejo aparato. Pero aquella experiencia fue una mínima lección
de todas las cosas que aprendí con mama, eso me hace entender que todo lo que
vivimos y compartimos hasta el último momento, por mínimo que fue, dejó una
huella mí, y que todas aquellas lecciones recibidas desde cuando yo solo tenía días
de vida hasta su ultimo aliento, me trajeron a donde estoy y seguirán conmigo por siempre.
Gracias madre por acompañarnos, por
estar allí de manera incondicional...
Hoy día me pregunto cuántas personas aprendieron a escribir
a máquina en aquel salón y cuantas personas pueden hoy día escribir en un PC
sin mirar el teclado gracias a aquella clase de mecanografía...